Dos

¿Qué nos pides? ¿Sinceridad?
Cruda y desnuda, ahí la tienes.
Uno tuerto de corazón en el país de los ciegos,
manco de mentiras, víctima de agüeros.
Uno gordo de rumores y otro flaco de confianzas,
dos neonatos de la vida, dos ahogados en un vaso.
Uno huérfano de pasiones asfixiadas en principios
sin final que arrancan la razón de un agujero.

Dos cambiando sin motivo de registro,
dos frenando risa a risa una agonía,
dos jugando por jugar a la ironía,
dos dejando de pensar en la morfina.

Uno triste, alegres todos, uno en pena cuando hay fiesta.
Uno vago de escuchar ideas, otro vago de leer cabezas,
uno serio por fingir firmeza, otro ambiguo por tener pereza,
dos cayendo sin coger las manos, dos quemando, dos cansados.

Uno, dos, tres idiotas.
Cuatro a veces,
cinco de sota.
Seis si quieren,
siete a menudo,
ocho con botas,
nueve ningunos.

Dos micrófonos en sintonía de paripés. Dos príncipes azules con chaqueta. Dos que al año le llamas mes. Dos amigos. Dos casualidades.