Mañana

Empiezas suave, cariñosa y consentida, confiada de que nada puede pararte. Te enredas en el pecho y deslizas la mano por dentro y aprietas, lo justo para no hacer daño, lo justo para sentirlo. Letárgicamente invades mis miedos, los haces tuyos sin pedir permiso, ¿para qué, siendo siempre tuyos? Te acaricio porque necesito acariciar, porque nadie me trata como tú, nadie me arropa así. ¿Cómo quieres que escape si tus ojos son espejos? Tan mía que me recuerdo al verte. Pero en el fondo eres traicionera, eres de otros. Hay quien te trata mejor que yo, porque sé que muchas veces te rechazo sin querer. Entiéndelo, no siempre tengo tiempo para ti. Caminaré despacio para que puedas seguirme, la letra que pintas en el tiempo no deja más huella que los recuerdos que arrastras contigo. Méceme esta vez como si todo se acabase aqui, porque se acaba. Nunca cogeré tu mano para caminar de nuevo. Nunca comeré tus besos para dormir. Nunca acabaré la frase que empecé en sueños.

Nunca llegaré a mañana, porque nunca es hoy.