Antigris

Son momentos de felicidad absoluta. El mundo te importa una mierda y lo único que existe es ese frasquito que sube y baja por el aire. Notas en estómago la acidez de la ironía y una sonrisa sarcástica te inunda la boca. Te pasas la mano por el pelo, despeinándote, sintiéndote a gusto con tu abandono, ordenando los pensamientos de los últimos días y dándole forma a tus planes. La claridad que invade tu cabeza no tiene descripción, todo cobra significado, todas las teorías, los pensamientos son sinceros y brutales. Te permites matar unas cuantas ilusiones porque mañana resucitarán con un poco menos de fuerza, que es de lo que se trata. Conoces a la gente y no te sorprende nada; sabes de qué va la vida, cómo actúan, qué harán. Y a veces te decepcionas un poco, porque esperas que algo hubiese cambiado en las pautas. Por suerte tienes a Wilson para recordarte lo que hay, no vaya a ser que bajes la guardia y cualquiera te sierre el bastón. Lo malo es que mientras eres feliz en tu egoísmo una idea mezquina aparece. ¿Y si alguna vez se rompiese la monotonía? Garfio te dice que no, que no puede ser, Peter. ¡Que incorreción! Pensar que un niño ilusionado puede superar la primera mentira de su vida, la que le hace perder la inocencia y la confianza ciega...¡Ja! Lo mejor es ser pirata, no esperar nada salvo lo que tú mismo robes a los demás. No ser un niño perdido que juega a la guerra y se puede permitir equivocarse. El pirata sabe que la espada mata. Y sabe lo que es la muerte. House sabe lo que es perder una y otra vez y en cada una de esas veces equivocarse de nuevo. House tiene su bastón para apoyarse y su Vicodina para olvidar el dolor. Garfio tiene sus juegos de piratas y su educación. Gris tiene el odio y la ansiedad que no permiten pensar en dolor. Yo tengo a mi gente, mi maldita droga.
Un año de repeticiones no ayuda a sobreescribir a House ni a Garfio por encima de Gris, pero ayuda a valorar las rutinas inesperadas que vas encontrando por el camino. De los 21 años sólo me queda decir que ha sido uno de los mejores de mi vida. Sí, sí, eso mismo. De los mejores. De lo malo aprendí todo lo que se podía aprender y de lo bueno aprendí muchísimo más. Me encantaria tener a los protagonistas del capítulo 21 de mi libro en el nuevo y emocionante capítulo 22. Fin del comunicado (con permiso de Von_Doom).

Como nota a parte del post y aclarando que estos días estoy un poco sensiblón quisiera hacer una mención especial a gente que me ha dado vida y ganas de vivirla en este añito que se me acaba. Gracias, mil gracias a:

->Sabbo. Porque sin ti no habría podido. Porque estás ahí, siempre ahí.
->Von_Doom y su padre. Por las horas que nos pasamos a lo Jay&Bob, que son un analgésico para la tristeza y a su padre por recordarme que soy gilipollas^^.
->Son_eu. Por hacerme redescubrir lo que es un buen colega.
->Cassie. Por tantos viajes que me regalas a Nunca Jamás.
->Kageshira. Porque no sé que coño tienes que todos te consideramos imprescindible.

Y en general a toda la gente invitada al cumple y a los que aún me dejo fuera.
Por todo. Por ser mis amigos. Gracias. De corazón, capullos.