La mano izquierda es fría, calculadora e implacable. Es la ejecutora.
La mano derecha es sentimental, buena, se preocupa por los demás. Es la consejera.
La mano izquierda quiere ser como la derecha. Quiere abandonar ese punto de crueldad y convertirse en un ser más afable.
La mano derecha quiere ser como la izquierda. Quiere dejar de ser sentimental para convertirse en alguien más decidido y vital.
He aquí la gran paradoja de mi vida.
Soy las 2 manos. Pero al mismo tiempo no soy ninguna.
¿Qué hacer?
He de decidirme por uno de los 2 lados. Pero no soy capaz. Ambos son el bien y el mal. Pero el bien y el mal, sólo son puntos de vista.
O quizás son el mismo lado. Son un sólo ser que aún no se ha descubierto a sí mismo.
No lo sé. Supongo que tendré que seguir buscando.
Si algún día encuentro la respuesta os lo diré. Por ahora supongo que tendré que seguir siendo alguien que no soy o quizás ya soy yo mismo pero no lo sé.
Lo dicho. Cuando lo sepa os avisaré.

1 Matices precisos:

Kaos dijo...

A mi muchas veces me cuesta distinguir bien cuando es la derecha y cuando la izquierda, no sé porqué. Pero yo creo que al final lo mejor suele ser utilizar algo que quede en medio.

No, ahora en serio. Deberias alternar un rato una mano y otro rato la otra (no puedo ponerme serio, no puedo xD).