¿Ya te vas? Espera, por favor, siéntate conmigo. Tomemos una última ronda. Creo que deberías pensarlo... Después de todo lo que he hecho por ti en estos años no irás a dejarme, ¿no? Sabes que me necesitas, bueno, más bien yo te necesito. ¿A quién tendré para contarle mis penas si tú no estás? Yo te amo, ¿no lo entiendes? El amor es así. A veces es dolor, a veces es obligación, a veces sufrimiento... ¿Porqué tienes ese brillo en los ojos? Pareces un niño estúpido, ¿sabes? Llenándote de vida mientras yo me hundo. ¿Crees que tirando conseguirás romper las cuerdas? Quizás si, así que no tires mucho, porque me ha costado años trenzarlas. Sin mi no serías lo que eres ahora. Recapacita: tienes todo bajo control, yo estaré a tu lado cuando lo necesite, yo te cuidaré cuando quiera, yo te amaré cuando me haga falta, yo seré tu amigo cuando me interese... ¿Qué más vas a pedir? ¿Libertad? ¿Complicidad? ¿Sinceridad? La sinceridad es un cáncer, chiquillo, nos corroe desde dentro y nos hace vulnerables a los demás. Usa la mentira como escudo, cúbrete de oscuridad y angustia. Te dará la fuerza que necesitas para sobrevivir. Ah, que no quieres sobrevivir... ¿Quieres vivir, no sobrevivir? No entiendo... Te ofrezco la seguridad que necesitas, ahora no tienes porqué arriesgarte a volar, estás débil, cansado.
¿Ves cómo no es tan malo? A la gangrena que tienes en el corazón te acabarás acostumbrando, pues eso es lo que marcará tu vida y la de todos, la costumbre. ¡Eh, no, espera! Perdona, no quería ofenderte. Pero es la verdad. Yo he crecido en la rutina y en la miseria. Soy el fruto del conformismo, de la rutina, de tu propia mentira. Soy tú y también soy él/ella, soy la parte de vosotros que siempre odiaste y que ocultaste para hacer que todo era perfecto. Soy tu miedo y siempre estaré ahí cuando caigas para alimentarme mientras no te levantes... Salvo que te levantes una y otra vez. Salvo que hayas descubierto que una verdad dolorosa es mejor que una mentira agradable. Salvo que ya no tengas miedo a caerte. Salvo que no quieras más rutina, más por si acasos, más perfección. Salvo que ya sólo te importe ser feliz, sea como sea... Pero eso no va a pasar.
¿Porqué te pasas la mano por la cara? ¿Acaso me estás midiendo?
No te doy miedo, te brillan los ojos, sonríes...¿Porqué me hago pequeño?
------------------------------------------------------------------------------------------------
En algún momento, los ecos dejan de sonar.
Nos vemos en… The Penguin and the Necksnap
-
Aquí nos movemos permanentemente: The Penguin and the Necksnap. Plumaseca
seguirá publicando sus aventuras en: Squeeze me, please. Gracias a todos
los que ...
Hace 14 años
0 Matices precisos:
Publicar un comentario